El pelo es una fibra de queratina constituida por una raíz y una base o bulbo que se forma en los folículos de la piel. Constituye el rasgo característico de la piel de los seres humanos y de los mamíferos.

El pelo del cuero cabelludo, denominado cabello, crece por términos de medio a 1 mm cada 3 días, mientras que las pestañas y el vello corporal lo hacen a un ritmo más pausado. Cada pelo consiste en una raíz ubicada en un folículo piloso y en un tallo que se proyecta hacia arriba por encima de la superficie de la epidermis.

La zona papilar está compuesta de tejido conjuntivo y vasos sanguíneos, que proporcionan al pelo las sustancias necesarias para su crecimiento. Dentro de cada folículo desemboca una glándula sebácea. También existe un manojo de fibras musculares lisas unidas a cada pelo. La contracción del músculo “arrector pili” hace que el pelo se erice, cambiando así su ángulo con relación a la piel. Este proceso incrementa las posibilidades aislantes de la cubierta del pelo al captar una cámara de aire entre sus capas, proporcionando así una mejor respuesta del individuo contra el frío.