04. Capilares y anastomosis arteriovenosas

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Capilares sanguíneos

Hay tres tipos de capilares: Continuos (tipo I), Fenestrado (tipo II) y Discontinuos o Sinusoides (tipo III).

Los capilares (capix, cabello) son tubos endoteliales muy finos, de paredes delgadas que se anastomosan y cuya función es la de realizar el intercambio metabólico entre la sangre y los tejidos. Estos pueden disponerse en diferentes formas, según los órganos en los que se encuentren, por lo cual aparecen formando redes, haces y glomérulos.

El diámetro de los capilares sanguíneos varía de 6-8 μm y la cantidad de ellos en un órgano está relacionada con la función de dicho órgano.

En el hombre, el área total superficial se ha estimado en 100 m2: 60 para los capilares sistémicos y 40 para los pulmonares.

Los capilares poseen una sola capa constituida por el endotelio, que está rodeado por la membrana basal y los pericitos o células adventicias, y una externa de tejido conjuntivo pericapilar. Las células endoteliales son aplanadas y de forma poligonal.

Estas células aplanadas muestran una región central más gruesa, debido a la presencia del núcleo y se orientan siguiendo el eje longitudinal del capilar.

Lo más notable es la presencia de numerosos pliegues de membrana plasmática que miden de 60-70 μm de diámetro, denominados vesículas membranosas. Estas vesículas abren a cada lado del capilar y algunas aparecen libres en el citoplasma de las células endoteliales. Su función está relacionada con el transporte transendotelial y en ocasiones, forman fenestras.

La célula endotelial puede establecer relación estrecha con las prolongaciones de los pericitos vecinos. Los pericitos son células de citoplasma claro con múltiples prolongaciones. Poseen un núcleo biconvexo que protruye hacia la parte externa de la célula, de cromatina, finamente granular. Su citoplasma posee microfilamentos. Los pericitos poseen capacidad fagocítica.

Anastomosis arteriovenosas

Las anastomosis arteriovenosas son conexiones directas entre las arterias y venas, que posibilitan el paso directo de la sangre sin pasar por los capilares y que son muy abundantes sobre todo en la piel, donde contribuyen a la conservación del calor, ya que estas anastomosis poseen una gran actividad vasomotora y reaccionan a estímulos térmicos, mecánicos y químicos. Estas anastomosis arteriovenosas pueden clasificarse como músculo epitelioides simples, glomeruliformes y almohadillas de cierre.

La función de las anastomosis arteriovenosas es servir como grifos o llaves específicas del torrente vascular y desempeñan una función importante en los mecanismos compensatorios relacionados con los espasmos capilares provocados por factores mecánicos.

Los músculos epitelioides simples parten de las arterias, formando ángulos rectos y tienen una trayectoria en espiral hasta llegar a la vena. Las células musculares se acortan y redondean tomando un aspecto epitelial, de ahí su nombre de epitelioideas.

En la glomeruliformes o glomus las arterias se dividen en dos a cuatro ramas antes de llegar a la vena; todas las ramas están rodeadas por una vaina común de tejido conjuntivo. Este grupo de anastomosis es frecuente en la piel de los extremos de los dedos.

El tipo de anastomosis almohadillas en cierre se caracteriza por tener una capa muscular desarrollada en disposición longitudinal en el subendotelio de la íntima. Esta capa puede rodear la luz del vaso y disponerse en "parches" o "almohadillas". Se encuentran en pleura, pulmones, diafragma y mesenterio.

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